Primer día en Loma Alta, un pueblo de calles de arena de 1500 habitantes, a 700 metros de altitud, de clima cálido ( ¡Qué calor !) y donde hemos sido acogidos por la hermana Graciela, una mujer increíble, dinámica, sonriente, que dedica su vida a que los niños del pueblo tengan una educación digna además de ocuparse de los apadrinamientos (tiene 250) que recibe de Estados Unidos y de España principalmente.
Vivimos en una casita al lado de ella, no nos falta de nada (ni internet) y hoy mismo ya hemos empezado nuestros respectivos trabajos aquí.
Yo trabajo en el colegio del pueblo (creado y mantenido por la hermana Graciela)y ayudo a los profesores, que están desbordados y preocupados de que los niños salgan adelante. Pablo, Paloma y Miguel han integrado las clases que les corresponden por edad y ya se han hecho un montón de amigos.
Pablo es feliz de que en su cole haya gallinas y cerditos corriendo por todas partes. Es el choco (rubio) del colegio y su vecino y mejor amigo está en su clase.
Paloma llegó a una clase mayoritariamente de niñas que no la dejan moverse porque están pegadas a ella.
Miguel también ha hecho muchos amigos pero fuera del cole se pasa el día con los amigos de Pablo.
Philippe ha empezado a trabajar en el consultorio médico y trabaja mañana y tarde con una enfermera y un médico. Trata de aconsejarles para mejorar ciertos aspectos del trabajo y también utiliza su ecógrafo bastante en las numerosas mujeres embarazadas. Por lo que él dice y por el consultorio que yo he visto, esto no tiene nada que ver con Africa. La verdad es que el nivel de pobreza no es comparable. Esto es muy rico comparado a todo lo que hemos podido ver en el pasado.
Estamos todos muy contentos. Espero poder bajar fotos rápidamente.
Un beso
