mardi 28 août 2012

Río Surutú




Una de las atracciones del pueblito de Buenavista es visitar el río Surutú, un río ancho con playas de arena blanca, rodeado de una vegetación densa. El río puede llegar a medir 200m. de ancho en época de lluvias. Es difícil imaginar que el agua de este río recorrerá miles de kilómetros para desembocar en el Amazonas y luego en el Atlántico  a pesar de encontrarnos mucho más cerca del Pacífico. Esto debido a que nos encontramos del otro lado de los Andes.
Como no teníamos ganas de caminar 7 km ida y vuelta, decidimos ir al río en mototaxi, una experiencia única para los niños. Yo subí en una moto con Paloma, Pablo y Miguel subieron juntos y para terminar Philippe fue en otra moto. Cuando vi el camino en cuesta, lleno de barro y de piedras ¡casi me muero!, pero los niños compararon la experiencia con las atracciones de Port Aventura :)
Una vez allí, nos bañamos, caminamos por el río ( de arena, sin piedras), los niños hicieron una cabaña con  palos secos y también se bañaron en charcos de arcilla. 

Buenavista




Hemos aprovechado del fin de semana de 5 días (de viernes a martes) para hacer una excursión con los niños y descubrir así un poco más de este país.
Para no andar mucho en coche nos hemos ido a 60km de aquí, a un pueblito llamado Buenavista desde donde salen todos los amantes de la naturaleza que quieren visitar el parque nacional de Amboró.
Buenavista es un pueblito con mucho encanto, muy colorido, con muchas flores, con gente muy amable. Es un pueblo que ha sido creado por los Jesuítas hace unos 300 años. Todo el suelo del pueblo está hecho con ladrillo, farolas preciosas de madera y es un placer pasear por sus calles.
 Allí hemos conocido el SURAZO, un viento frío del sur que llega a bajar de 20º la temperatura. Así hemos pasado de 40º a tener unos 17º. Me recordó mucho la temperatura de Asturias...en verano.
Nos encantó comer con los niños por los chiringuitos locales (pollo a la brasa, arroz con queso, yuca, plátano frito), tomar unas cervezas bolivianas en la plaza del pueblo y charlar con la gente que enseguida quería conocernos.