Este parque protegido, de 1880 km2, está situado en el codo de los Andes y en él se encuentran recogidas 2600 especies de plantas y más de 1200 especies de animales.
Organizamos la excursión desde Buenavista, contratamos un guía y alquilamos un coche 4x4 ya que no se puede llegar allí de otra manera.
Tras dos horas de camino de tierra, agujeros, piedras , barro e incluso paso de 4 ríos llegamos a un campamento en el que no había nadie más que nosotros.
Allí instalamos las dos tiendas de campaña y nos lanzamos a descubrir el parque con los niños. Paseamos por un caminito, trazado con el machete, entre plantas preciosas tropicales, lianas (los niños se pasaron el tiempo subiéndose a las lianas), ríos, pequeñas cascadas, piscinas naturales, mariposas impresionantes, etc.
Para los niños ésta era su primera experiencia de camping "salvaje", cocinando con el fuego de la leña, bañándose en el río, durmiendo entre ruidos extraños de pájaros. A los tres les ha encantado esta experiencia. Se lo pasaron en grande, claro.
